"Ya se nota en el ambiente
que la fiesta se aproxima,
en la alegría de la gente
que los preparativos ultima.
Están los hierros en las esquinas,
se han pintado las fachadas,
para que no digan las vecinas
que la de enfrente está manchada.
Los camiones de cerveza
no paran de echar viajes
y los de fuera con certeza,
están preparando equipajes.
Mientras en la calle los banderines,
resuenan cuando los mueve el viento,
en el suelo responden los adoquines,
con las pisadas de los tacones, por tientos.
Ya han empezado las novenas
en honor al Patrón San Miguel
y en la plaza ya han echado arena,
con más de una cuarta de nivel.
Se reparte ya el programa,
que dice lo que hay en la fiesta,
y es que solo falta una semana,
para que se de el Pregón de ésta.
Hacen magdalenas y rosquillos
en los hornos, las abuelas,
para dárselas a los chiquillos,
cuando salgan de la escuela.
También se arreglan berenjenas
cocidas con hinojos y pimientos,
hay que tener orzas bien llenas,
para aperitivos y avituallamientos.
La gente se esturrea en los bares
y algunos acuden a comer a casa,
se juntan con amigos y familiares,
tardan, el arroz de la paella se pasa.
Hay que comer antes de las cuatro,
para no llegar tarde a las vacas,
poder ir alguna noche al teatro,
aunque la economía está flaca.
En la verbena, también os divertís
tomando unos cuantos cubatas,
además buena música sentís
y bailaréis algunas bachatas.
A los villorreños y forasteros,
con este poema quiero felicitar.
Olvidar problemas y derroteros,
porque la fiesta es para disfrutar.
Solo me queda decir:
¡VIVA SAN MIGUEL!
¡VIVA VILLAMANRIQUE!".
Quiero dedicar esta entrada a mi buen amigo Miguel Felguera, mi agradecimiento y apoyo. Un abrazo.