"Que ya viene el matarife,
la gente en la puerta dice,
entran corriendo los chiquillos,
diciendo que trae pocos cuchillos,
entran dos o tres a la cuadrilla,
sacan al gorrino que mucho chilla
y lo tumban en una mesa,
a pesar de que mucho pesa,
echan la sangre en un lebrillo,
que de limpio tiene brillo.
Lo chuscarran con una hiniesta,
antes de que llegue la siesta,
le quitan el pelo, con casco de teja,
agua y jabón, que blanco lo deja.
Lo colgaban con un camal,
para poder abrirlo en canal,
las mujeres las tripas lavaban,
los hombres almorzaban,
después hacían las morcillas,
y eso sí que era una maravilla.
Por la noche se hacía el despiece,
cuando el matarife llegue y empiece,
se dejaba la canal encima de la mesa,
los jamones envueltos en sal a la tartesa,
con maña y a punto de cuchillo,
se sacaba el lomo y el solomillo,
después junto con las costillas a la orza,
se tapaba de aceite que no fuera de colza,
era obligatorio además de necesario,
que lo inspeccionara un veterinario"
13 junio 2017.
Que recuerdos de mi niñez con la familia, que buenos ratos pasábamos alredor de la lumbre.
ResponderEliminarMuy bonito Antonio.
Gracias por tú comentario,de eso se trata de remover nuestro pasado y recordar nuestros mejores momentos vividos, un abrazo y gracias por seguirme
ResponderEliminarHola Antonio, otra vez que has conseguido sacar de ese baul de los recuerdos algo que tenía olvidado. Mi familia se reunía en casa de mi tía María y aquello era una gran fiesta, cada uno con su misión, no podía ser menos, mi tía era una gran organizadora. Nos empujábamos los más pequeños para conseguir el puesto onorífico de poder darle a la manivela a la máquina de embutir y huímos si nos tocaba lavar las tripas. Eso sí, no acudíamos hasta que el cerdo estaba bien muerto, qué cariño le teníamos. En fin Antonio, ésto que tú nos narras con tanto arte, cada vez sucede menos, aún quedan lugares donde sí se continúa con esta buena tradición. Pero para muchos de nosotros es solo un recuerdo más, muy entrañable por supuesto, con él se fueron esas jornadas extraordinarias que te sacaban de la monotonía pero, sabes, lo que más añoro es a aquellos que ya no están, a los que me enseñaron, a los que me quisieron, a los que nunca podré olvidar. Un abrazo y gracias de nuevo por devolver con un poema la magia del pasado.
ResponderEliminarA la par que entrañable, divertido me ha gustado mucho. un saludo antonio
ResponderEliminarMuchas gracias Miguel
EliminarHola Rosa, gracias por tu comentario,se suele decir que cualquier tiempo pasado,no fue mejor, pero si nos trae recuerdos inolvidables y la ilusión con que se hacían las cosas en familia, además se preparaban viandas para todo el año
ResponderEliminarHola Antonio, yo al contrario que mi amiga Rosa no he estado nunca en una matanza, a lo más que he llegado es a hacer chorizos en el cortijo de un amigo mío. Me daba un arte en llenar las tripas a base de una maquinilla de última tecnología, que tú qué sabes. Al final me “mandaron a freír monas” como se decía cuando era chavea, pues si me daba arte en llenar las tripas, más maña me daba en comer la masa de chorizo frita. Ya me pasó otra vez cuando fui a un tajo de aceituna con unos amigos míos que me pidieron que los llevara en mi coche. A eso de la diez el manijero me mando a mi casa, pues desde que había llegado al tajo, nos habíamos parado de comer: migas con chocolate a las 8, a las 9 chorizos a la brasas con pan y vino…. vamos un fenómeno.
ResponderEliminarTras la lectura de tu poema, me has hecho consultar que era la “hiniesta” y el “camal”, para que veas lo aplicado que soy.
Bueno, me ha gustado como has descrito la matanza recordando otros tiempos, que eso es siempre bueno en estos que corre, con tanta maquinilla de los coj…. (Perdón)
Ya sabes, “estar siempre contento para hacer felices a los demás” aunque la procesión esté por dentro. Desde Jaén la tierra del ronquido, en donde hace un fresquito delicioso, un abrazo de tu amigo Miguel Mesa
Gracias Miguel eso me gusta a mí mucho el toque de humor que le das al comentario y a la vez me avisas que te compre un traje para cuando vengas, ya que me va a salir más barato regalartelo, que llenarte la barriga,jjjjjjj un abrazo
ResponderEliminarMe gusta tu capacidad para rimar. A por muchas más.
ResponderEliminarQue recuerdos!! Me acuerdo siendo crío agarrando el rabo del cerdo en la matanza, como las mujeres recogían la sangre, el olor a helecho quemado y luego a pelo de cerdo abrasado:-)Era toda una fiesta en la que participaba toda la familia y vecinos. Hace poco comentaba con mis padres un pan que solíamos hacer con la grasa de las tripas del cerdo, pan de txintxorta se llamaba, estaba buenísimo !!
ResponderEliminarTxetxu gracias por tu comentario, cuando compuse este poema, pensé que no iba a gustar, porque mucha gente no lo recordaria, después he visto que hay mucha que no solo la recuerda si no que además la añora, un abrazo
EliminarPues parece que a gustado y mucho. Son muchos recuerdos de tiempos no tan lejanos, una mezcla de familia,tradición y gastronomía.
EliminarUn abrazo desde el fresquito :-)
Amigo Antonio que alegria que me da volver a ver que ha vuelto a publicar, ademas lo hace con este tema que tantos recuerdos me trae, la matanza, la mejor de las reuniones familiares y de amigos, donde se compartia no solo el trabajo, se valoraba la amistad, el esfuerzo que todos hacian, que gran fiesta se hacia despues y mientras tanto se afianzaban esos lazos que ahora parecen deshacerse. Como me devuelve con sus bonitas rimas esos tiempos que permanecen en la memoria de muchos de nosotros. Me alegro tanto de que siga la mejoria. Hasta el proximo, un abrazo de un amigo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu apoyo y ánimo, tener amigos así es un orgullo que voy llevar conmigo, mientras me dure la vida, me gustaría saber si eres de por esta zona y conocerte si no te conozco, un abrazo
ResponderEliminarGran poema. Le felicito.
ResponderEliminarRelata cada detalle de las antiguas matanzas con utensilios que ni recordaba su nombre.
Añoro los chorizos oreando, y los jamones de la artesa!
Gracias por devolvernos tantos bonitos recuerdos.
Bonita foto, el gato está desafiando o pidiendo de comer? :)
Saludos,
Salva.
Buenos días y gracias por tu comentario, cuando compuse este poema creía que nadie lo iba a entender y mi sorpresa es que lo ha entendido toda la gente, un abrazo
EliminarBueno Antonio después de leerme todo lo de tu Bloc, tengo que decirte que me a en cantado , yo sabía que te gustaba escribir en los libros de festejos en San Miguel Pero no sabía lo de esta página tuya y gracias a Rosa la encontrado, te a nimo a seguir escribiendo , me a gustado mucho y te iré siguiendo siempre que pueda Enhorabuena Antonio.
ResponderEliminarBuenos días y gracias,la verdad es que gracias a esto y vuestros comentarios voy saliendo y superando los bajones, un fuerte abrazo
EliminarBuenos días amigo Antonio, siento decirle que no soy manchego pero desde que le leo voy incorporando a mi lexico esas palabras que tan bellamente entrelaza y me voy haciendo un poco Quijote, aventurero por su Villamanrrique y soñador con las añoranzas que tan bien describe. Si alguna vez voy por su tierra, no dude que lo primero será ir a saludarle. Las distancias no son problema cuando la amistad se forja a través de la escritura. Espero la proxima con esa expectacion de un niño ante una sorpresa que espera. Un abrazo amigo mio. Siempre olvido presentarme, mi nombre es Elias.
ResponderEliminarBuenos días Elías, me siento orgulloso de vuestros comentarios y de esos brindis de amistad que me hacéis, yo soy como Roberto Carlos, me gustaría tener un millón de amigos y así más motivos para escribir,un abrazo
ResponderEliminarCómo se echan de menos las matanzas, qué recuerdos!!
ResponderEliminarTodos queríamos darle a la manivela de la máquina para hacer los chorizos, en cambio atarlos no gustaban ya que si salían demasiado grandes..había que desatarlos y a veces se reventaba la tripa!
Hermosos recuerdos de la familia unida disfrutando esos inolvidables momentos.
Lo mejor era hacer la cata del bodrio, muy rico con las especias (con tu aprobación :) ), y ya el remate cuando se freían los chorizos, se aprovechaba el estar juntos para hacer tortitas para todos!!
Te quiero campeón, Eres el mejor!
Gracias por tu comentario son tiempos que añoramos porque estaban todos los abuelos y ahora los echamos de mucho de menos, bueno y los chorizos también un abrazo
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