lunes, 20 de febrero de 2017

DIARIO DE UN GAÑÁN.








" Duermo en el poyo de la cocina gañanera,
en una saca de farfolla,
me levanto a echar un pienso a las mulas,
de paja y cebá,
me asomo al corral para ver si llueve,
pero, que va,
me calzo las albarcas, los leguis y almuerzo,
un cacho tocino y cebolla.


Saco la yunta, el remental, la sarrieta y la toza,
de mantas hago los rollos,
le pongo la albarda a la mula torda,
cargo el arao y el timón,
aparejo a la negra y saco la cuadra,
con la basura, lleno el serón,
cojo los ramales y me voy andando
por caminos y arroyos.


Llego al peazo, descargo la basura
y todos los aperos,
amadrino las mulas y les pongo el bozal
para que no coman siembra,
dejo el hato en la linde, a la sombra del chaparro
con un nido, engüerando la hembra,
calzo el arao, con la esteva, el pescuño,
la reja y los orejeros.


Doy arando las dos primeras vueltas
y está duro,
si no hinca la reja no hago barbecho,
cargaré el hato,
con el graván en la dehesa vieja,
echaré un rato,
terminaré antes del mediodía,
casi seguro.


En una costilla de la toza llevo la bota,
en la otra el búcaro,
saco la petaca y de picao lío un cigarro
y lo enciendo,
se pone la cosa fea, antes de una hora
está lloviendo,
tendré que pillar camino del pueblo
y esta tarde no aro.


Esta tarde con esparto haré pleita
para hacer espuerta,
porque aunque ya tengo los capachos,
me falta una,
para cuando pasen Año Nuevo y Reyes
coger aceituna.
Me asomo de nuevo a ver si llueve,
al quicio de la puerta.


Preparo los dediles, los ataeros y la hoz,
se acerca la siega,
también los amugues y al lado está el camal
para colgar el gorrino,
que está en la zahurda comiendo salvao
y pulpa del molino,
le echo que coma bien, que la matanza
muy pronto llega.


Después con las rejas me iré a la fragua
para éstas abuzar,
cojo el número en la barbería
donde voy y me afeito,
lleno la pajera de paja y de cebá el costal,
las albarcas me quito.
Veo a mis padres y luego a casa a cenar,
tras la calle cruzar."




Por mi padre y tantos otros que dejaron parte de su vida detrás de una yunta de mulas, sufriendo las inclemencias del tiempo y trabajando de sol a sol, haciendo bueno el refrán: "Mientras descansas, machaca las granzas".

8 comentarios:

  1. Este poema es nostalgia pura y verdadera. Y la dedicatoria engrandece aún más el poema. Gracias. Un abrazo.

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    1. Gracias por tu comentario. Se lo dediqué a mi padre porque el me enseñó lo que sé y lo que soy.

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  2. Un diario de gañan por fuera, caporal por dentro, lleno de palabras viejas que se perderan con el tiempo. Un saludo Antonio

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    1. Quisiera que no se perdieran, por eso las escribo. Muchas gracias amigo Miguel. Un abrazo.

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  3. Una nota Antonio: tu testimonio engrandece ese vocabulario que estaba casi extinto, gracias a tu poema han vuelto a mi los recuerdos. Gracias y un abrazo muy fuerte de Julián.

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  4. Cuanto le debemos a estas personas que tan bien reflejas.

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