domingo, 2 de diciembre de 2018

EN MEMORIA DE UN NIÑO A LOS 60.






Dibujo de Pepi Sánchez.



Nunca piensas que llegará el día en el que tengas que decir que un amigo ha fallecido. Hablamos de la muerte siempre con distancias lo más alargadas posibles. Intento buscar las palabras adecuadas como si eso fuese posible, se me ocurre que para que esas musas que a Antonio le rondaban me susurren algo, solo puedo conseguirlo escuchando música como a él tanto le gustaba. Veo ahora a un Antonio con sus inseparables cascos, a dúo con Mari Trini: "Ahora ya sé donde te escondes tú, ahora ya sé donde habitas tú..." O con Mª Dolores Pradera: "...La veredita sonríe cuando tu pie la acaricia..." Lo observo como mira con ternura a su Juani, a su Toño, a su Cristi, a su Mari. Le veo dando sus primeros pasos como ese niño que intenta mantener el equilibrio fuera de los abrazos de su madre o en el sofá arrebujado bajo su manta de un azul oscuro, como capote para lidiar esa enfermedad a la que él nunca temió. Porque lo cierto es que desde el principio supo darle esquinazo, jugaba al despiste con ella, ¿quién siega sonrisas donde solo crecen zarzas?
Le miro desde esa ventanita que va montando la nostalgia porque se nos fue ayer y ya lo echo de menos.
Y sin embargo también siento que no se ha ido, no lo creo. Nos has vuelto a engañar Antonio,  has cambiado los cables del hospital por estrofas, la psoriasis por campos que puguean de cereal, si ahora llueve con tal asiduidad es porque quieres atenuar las lágrimas de los que te queremos, hoy te das un festín en toda regla pues ya no eres celíaco, hoy corres como potro descalzo por los caminos que cruzan el Estrecho de las Torres. 
A partir de ahora volverás a calzar las albarcas que te regaló tu padre y escucha, sé que caminas con ellas por Los Ardales, porque uno debe volver al lugar donde ha sido feliz.
Tu familia, tus amigos, se unen para regresarte en cada uno de esos momentos en los que compartiste tu enorme corazón.
Tu batalla está ganada, has conseguido con tu lucha que otros se levanten y se embriaguen de esperanza.






"Mi apreciado Antonio,
mentira se me figura,
se me encoge el corazón
de ver como nos has dejado,
yo te recuerdo en tu blog.

Ha sido un no parar
de hospital en hospital,
una lucha constante
que jamás podré olvidar.

Siempre te preguntaban:
"Antonio, ¿cómo vas?"
Tu respuesta siempre: "Bien"
pero por dentro 
la procesión llevabas.

Animando a tu familia
y siempre con buen humor
y cuando menos esperaban,
escribías en tu blog.

Sé que con tu madre estás,
a la que tanto añorabas,
ya con ella estás en el cielo
en un lugar preferido
al que ella te guardaba.

Tu familia aquí te llora,
con mucha razón, 
han perdido a su esposo,
un padre, buen amigo,
te llevarán en el corazón.

Has luchado junto a tu familia
la maldita enfermedad
y todos sufriendo contigo
por no poderte hacer "na"

Ya me despido
con mis humildes palabras,
no soy muy buena escritora
pero me salen del alma.

Para esta buena persona
siempre en mi pensamiento,
jamás te olvidaré 
por tan largo sufrimiento.

Me quedo con tus poemas,
me quedo con tus recuerdos,
nunca los olvidaré
y esos abrazos sinceros.

Algo nos ha unido
cuando en mi cumpleaños
tu funeral ha sido.

Siempre en nuestro corazón
te llevaremos todos los días,
mi amigo Antonio Maldonado García.
Tus amigos para siempre,
que Dios te bendiga,
Francisca Garrido y
Juan Antonio Valle García"


1 de diciembre 2018.