Mis abuelos, Jesús y Rita, formaron una familia de ocho hijos:
Cipriano, Antonio (mi padrino), Francisca, Epifanía, Paco (mi padre), Alfonso, Julián y Cortes Maldonado Torrijos y diecisiete nietos.
Pasaron momentos difíciles, como durante la guerra con los dos hijos mayores, luchando cada uno en cada bando y llegaron a participar los dos en la misma batalla, como pasó en muchas familias. Mis tíos, por suerte, volvieron sin un rasguño. Pasada la guerra fueron una FAMILIA EJEMPLAR en Villamanrique, sus descendientes tratamos de seguir la trayectoria que ellos nos marcaron y pronunciar todavía el apellido Maldonado es decir seriedad, honestidad, decencia y buena gente.
"Vengo de una familia bendita
tras la boda de Jesús y Rita,
apellidos Maldonado Torrijos,
ellos tuvieron ocho hijos:
El primero fue Cipriano,
después vino otro hermano
y otras dos hermanas.
En dos años y unas semanas
siguieron otros tres zagalones
que se ponían los mismos calzones,
al final llegó María de Cortes.
Mis tíos trabajaban y no hacían deportes.
Mis abuelos mucho sufrieron
cuando a los dos mayores vieron,
que siendo los más fuertes
cada uno luchó en un frente
de aquella contienda vil,
como fue la Guerra Civil.
Uno llegó a ser sargento,
el otro ascendió más lento,
al volver ambos de la guerra
y llegar hasta nuestra tierra
en la primera reunión
hubo una gran emoción.
Desde entonces fueron felices
y comieron muchas perdices
porque mi abuelo era cazador
y además muy buen tirador,
siempre tenía el mejor perro
y cazaba cerro por cerro"
3 de febrero 2018.