Fotografía cedida por Miguel Felguera.
Tenía ganas de hacer un pequeño homenaje, un recuerdo, tal vez un poema para un hombre que para mí es un gran olvidado de Villamanrique, ya que hizo mucho por nuestro pueblo y poca gente lo recuerda.
Hoy le dedico este poema a Antonio Muñoz Campos, más conocido como Antonio el Cabezón, el último campanero. También fue pregonero y avisaba por todas las casas del pueblo cuando había Misa de cabo de año de cualquier persona que había fallecido el año anterior. También hacía los toques diarios que se hacían entonces: Ángelus a las doce de la mañana y a vísperas a las tres de la tarde. Si había fuego, también lo anunciaba con las campanas y la gente acudía para contribuir a apagar el incendio.
Le recuerdo también por las esquinas pregonando si alguien perdía algo y otras cosas.
"Antonio, que Dios te tenga en su Gloria,
ya que tu pueblo no te tiene en su memoria.
Fue el último campanero que tocaba
por la mañana a las doce el Ángelus,
y rezaban mayores y juventud
a las tres por la tarde a vísperas,
se iban los trilladores a las eras
tocaba también si había incendio
y todo el pueblo acudía corriendo,
en los fríos inviernos nevaba mucho
también tocaban las campanas
para que la gente se orientara
de donde estaban los pueblos.
Recuerdo cuando hacía los pregones
decía el pregón por las esquinas:
"si alguien se ha encontrado una cartera
que me lo diga y le darán una propina"
Lo enfadaban a veces los chiquillos,
le decían tonto y respondía con un
chascarrillo:
"Hay tontos, que tontos nacen
y otros que tontos son,
otros que vuelven tontos
a los que tontos son"
30 de diciembre del 2017.
Qué grande eres Antonio Maldonado.
ResponderEliminarEs un poema muy hermoso con gran aporte sentimental de quien deberia ser recordado en su pueblo.
Nada es como antes, campanas programadas, pregones en las redes sociales.. Menos mal que le tenemos a usted para hacernos recordar esos añorados momentos.
Un saludo y felices fiestas! Ernesto Perez
Muchas gracias por tu comentario y por entender mi poema.
EliminarUn saludo y Felices Fiestas
Un poema muy emotivo sobre esas personas de los pueblos cuya vida pasa desapercibida para todos y que aparecen lejanas en el recuerdo cuando se vuelve la vista atrás con nostalgia por un tiempo pasado.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario, éste tenía una minusvalía grande y yo creo recordar que ni pagaba el estado ya entonces no existían, ni la iglesia ni el ayuntamiento, lo único que recuerdo es que siempre iba medio descalzo.
EliminarMuchas gracias y saludos
Muy bonito atonio, ese poema recordando a Antonio,como siempre sorprendiendonos, eres un crac,que el 2018 te traiga mucha salud para poder Seguir escribiendo que a nosotros tanto nos gusta un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, es muy fácil recordar a personas importantes y olvidar a un minusvalído que hacía una labor gratuita.
EliminarUn fuerte abrazo para ti y Juan Antonio, espero que esté mejor
Si Antonio "el cabezon" hubiera tenido una gran finca o una ganadería, le habrían puesto una calle o una plaza. Solo era un campanero con una minusvalía que solo el sabia como vivir con ella. las campanas eran su vida, le quitaron las campanas y le quitaron .....
ResponderEliminarUn gran recuerdo por tu parte feliz año
Gracias Miguel ahí quería llegar yo, a ver de qué vivía Antonio y su madre ya muy mayor.
EliminarUn fuerte abrazo y Feliz año nuevo
Dicen que el tiempo lo cura todo, pero afortunadamente, no borra todo. Tras leer la historia de Antonio el campanero, veo que has conseguido traspasar esa línea, esa frontera donde se queda el olvido, has rescatado la memoria de un buen hombre, uno de tantos de los que por Villamanrique dejaron huella. Pero la diferencia estriba en que era humilde, de esas personas que se te hacen familiares, sin serlo; que cumplen una importante labor social, pero no se les admira; un hombre solo, imagino, dedicado a su oficio, con ese sentido del deber que hoy sonaría a ridículo. Pero es que todas estas cualidades son las que hacen a un hombre, y a una mujer, por supuesto. El sentido de la palabra conciencia que aprendimos de nuestros padres se va alejando como los días del año que nos va abandonando. Por éso, por lo que este hombre representó para ti y, estoy segura que ahora que le has devuelto a la vida, para aquellos que lo conocieron, despertarás en ellos diversas anécdotas, momentos compartidos. Conseguiste devolver del rincón de los olvidados a un hombre que se merecía tu respeto y el de todos nosotros. Traerlo hasta aquí es el inicio de su regreso, de cómo se debe recordar su historia, detrás de cada persona hay un libro abierto y en blanco dispuesto a ser escrito. No dejes nunca de ser poeta en tu tierra, Antonio. Y cuando puedas vuelve a recordarnos a otra persona sencilla e insigne, buena y trabajadora, que su paso no sea en vano. No podías acabar mejor el año. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Rosa por tu comentario, desde que el mundo es mundo se ha valorado a las personas por poderío económico, militar y grandeza intelectual.
EliminarSi Antonio no hubiera sido un minusvalído tendría un estatua o dedicada una calle, por su dedicación exclusiva y su afán de cumplir.
Muchas gracias y a ver si este año nuevo me trae mucha más inspiración, un fuerte abrazo
Conmovedora historia y bellísima fotografía, enhorabuena a ambos. La historia se escribe con palabras pero también con imágenes. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario, la verdad es que los poemas no serían lo mismo sin esas maravillosas fotografías.
EliminarMuchas gracias de nuevo en mi nombre y el de Miguel
Antonio has conseguido emocionarme porque el recuerdo que guardo de una persona tan entrañable como esta, es muy enternecedor y muy gratificante.
ResponderEliminarLo he recordado en muchas ocasiones porque una persona así de transparente y buena es fácil de recordar,para los que no se quedan en las apariencias, fue una verdadera lección de vida de como vivir con dignidad una minusvalía.
¡Enhorabuena campeón! sigue así
Solo desearos a poeta y fotógrafo, que el año que empieza os traiga , la salud y la calidad de vida que merecéis
Muchas gracias Enriqueta mi intención era recordarle ante las personas mayores y enseñar a la juventud que un pueblo se hace grande, gracias a los poderosos y a los menos poderosos pero que con su minusvalía hacia (creo que por vocación y sin cobrar) una labor especial.
EliminarMuchas gracias e igualmente que tengas junto a toda tu familia, un fabuloso año nuevo 2018
Un fuerte abrazo.
Buenos dias amigo Antonio, en esta ocasión le confieso que me he emocionado con la historia de Antonio el campanero, y me he quedado con ganas de saber mas sobre este hombre, si era de Villamanrique, de si vivia solo, por que personas como el siempre han existido en los pueblos, su labor era muy importante y escribir sobre ellos es la mejor manera de recordarlos. Asi que enhorabuena y un abrazo a Miguel Felguera por que conseguir esa impresionante fotografia ha debido ser dificil. Un abrazo de Elias.
ResponderEliminarHola amigo Elías quiero escribir y adentrarme más en su vida, ya se quién es su familia y atraves de ellos recordar más cosas que a mí ya se me olvidaron.
EliminarComo siempre muchas gracias por seguirme y un muy fuerte abrazo
Llegar al año nuevo y encontrarme con este poema y esta fotografía con tan alto nivel ambos, solo puede significar que sigue habiendo en este mundo sensibilidad. Enhorabuena a los dos
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y esa sensibilidad que a encontrado tanto en poema, como fotografía, para mí y Miguel es un orgullo leer este comentario.
EliminarGracias y saludos cordiales
Estimado Antonio
ResponderEliminarFue mucho gusto leer su bonito poema, me recordó a una historia similar de mi pueblo.
Hermosa entrada de poesía con mmagnífica fotografía.
Que este bien
Roberto Manuel Rodrígues
Muchas gracias por su comentario de parte del fotógrafo Miguel y mías.
EliminarUn cordial saludo
Un bonito recuerdo para el campanero de tu pueblo, Antonio. Me encanta el cariño con el que lo recuerdas que se expresa perfectamente en las palabras que componen tu poema. Hay seres que aunque parezca que están en el olvido, no lo estarán nunca, mientras quede gente como tu, dispuesto a rescatarlos y dispensarles la atención que merecen. Tu homenaje a este campanero es entrañable y emotivo, acompañado por una excelente fotografía de Miguel Felguera. Sigue así, con tus versos, tan acertados siempre. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Basilio aquí vamos escribiendo recuerdos y otras cosas con las fotos de mi amigo Miguel.
EliminarUn abrazo